domingo, 26 de abril de 2009

En la vida humana solo unos pocos sueños se cumplen, la gran mayoría se roncan.
(Javier Poncela)
Pienso, luego existo.
(Descartes)
Nunca se va tan lejos, como cuando no se sabe donde se va.
(Cromvell)
Ser o no ser, he aquí la cuestión.
(Skaspeare)
Todos somos aficionados, la vida es tan corta, que no da para más.
(Charles Chaplin)
La personalidad es el arte de ser tu mismo.
(Inmanol Arias)
A menudo creen las mujeres amar, aún cuando no aman. La ocupación de una intriga, la emoción espiritual que produce la galantería, la natural tendencia al placer de ser amadas, y la pena de rehusar, les persuade de su pasión cuando no poseen sino coquetería.
La gracia de la novedad es al amor lo que la flor en los frutos: presta un encanto que se desvanece facilmente y no vuelve jamás.
El interés mueve toda clase de virtudes y vicios.
Envejecer es la única alterntiva a una muerte prematura.
(Otto Shuster)
La sed de eternidad es lo que se llama "Amor" entre los hombres; y quien a otro ama es que quiere eternizarse con él.
(Unamuno)
El patriotismo es un egoismo en masa.
(Pintada de mayo del 68 en la Sobona)
Es totalmente cierto que el vino gana con la edad, cuanto más viejo me voy haciendo, más me gusta.
(Anónimo)
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene
(Jorge Luis Borges)
EL MUNDO ESTA LLENO DE LIBROS PRECIOSOS QUE NADIE LEE.
(UMBERTO ECO)
TODO EL MUNDO QUIERE TENER UN AMIGO, PERO NADIE SE TOMA LA MOLESTIA DE CONVERTIRSE EN UNO.
(ANÓNIMO)
UN ACTOR ES UNA PERSONA QUE NO TE ESCUCHA, A MENOS QUE ESTÉS HABLANDO DE ÉL.
(MARLON BRANDO)

miércoles, 22 de abril de 2009

La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia.
(Albert Einstein)
Vivir es liarse la manta a la cabeza y crearse problemas.
(Nicos Kazantzakid)
Pinto porque vivo en un mundo horroroso y necesito aproximarme a lo que me gustaría que fuese.
(Perez Villalta)
El estilo es en gran parte el refugio de los escritores mediocres.
(Wiliam Somerget)
El amor como a una cerámica, cuando se rompe,aunque se reconstruya, se le reconocen las cicatrices.
(Provervio Griego)